sábado, septiembre 17

Vaivén.



El columpio se adelantaba, retrocedía.

Como las olas en la orilla del mar

Como los rayos que las nubes pasajeras tapan

Como un péndulo de un viejo reloj

Como un “hasta luego”.


El columpio se adelantaba y retrocedía.

Como un paso de baile

Como mis amagos

Como mis sentimientos

Como un “hasta pronto”.


El columpio se adelantaba para ya no retroceder más.

Como mis logros

Como mis errores

Como las risas

Como los lloros

Como el fin de mi agonía.


Como un Adiós.

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