Muchos se empeñan en ver a papi como un monstruo sin sentimientos, con el poder subido a la antena. Yo… No sé qué decir. Papá siempre me arropa en las noches frías y a veces me cuenta un cuento antes de dormir. Pone a mi peluchito preferido a mi lado y me da un beso en la frente.

Papi siempre me lleva al cole por las mañanas y también me recoge. Me gustaba cuando reía o cuando sus ojos se empañaban con cada dibujo que le hacía de él conmigo y nuestro perro.
Papi ya apenas ríe, pero sí llora.
Papá… No es un monstruo, papá también siente, y se siente solo.
Mi papá me quiere, aunque me trate como a todos yo sé que le importo más que a muchos.
Es un poco reservado para estas cosas… Y nunca me dice cuanto me aprecia, pero yo sé que lo hace.
A veces... Me llama la atención, diciéndome que lo tengo abandonado. Sus cables y su chapa de metal en ocasiones hay que limpiarlos también ¿sabíais?
Papi no es un robot, papi tiene corazón, engrasado con aceite entre los engranajes que lo ayudan a bombear el combustible que lo hace funcionar, pero lo tiene y nadie quiere verlo, porque solo ven lo horrible que posee.
Gracias a esta entrada me enamoré de este blog. Y ahora que yo también tengo uno puedo comentar en él e__e Jajaja. Vuelvo a repetir que me ENCANTA este texto, aunque parezca pesado y sea ya algo tarde. Pero en fin, es algo que tenía que hacer <3
ResponderEliminarY yo encantadísima, ya ves. Eso de pesado ni mijita ¿Vale? Me motivas muchísimo XDDD
EliminarMe alegra que te guste tanto, en serio ^^ gracias.